Te odio por lo que sabes.
Te odio por todos los secretos compartidos, y por todos los
que pensé compartir.
Te odio por los momentos vividos, y por todos aquellos que
planeamos vivir.
Ardo en rabia cada vez que recuerdo momentos de intimidad
compartida.
Me desconcierta aquella confianza liberal.
Odio pensarte en estas calles que son mías, en estos sitios
que yo descubrí para los dos.
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