Carencias afectivas, le dijo el primer doctor. Inconsistencia interna, le aseguró el segundo. Falta de empatía reverenció el tercero. El cuarto... se dió a la fuga. y el quinto dijo : no tiene nada!.
Fué entonces cuando la joven se dijo que no necesitaba ningun doctor, en realidad ¡ son todos esos doctores los que necesitan alguna joven!
Y fué tranquilamente a cruzar de nuevo el espejo.
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