Al otro lado del charco hay...

Una persona con quien hablar, y con quien quedarse callados, simplemente sabiendo que está ahí. Una persona con la sonreír, pero de verdad. De esas que ya no abundan.

Una persona que me hace olvidar todo tipo de diferencias, hasta la horaria.

Una persona que me ofrece lo mejor de sí mismo, y a veces lo malo. Y que justamente por eso permanece más unido a mí. Una persona que ve lo mejor de mí, y también lo peor, y que después sigue acercándose a mí.

Una persona que me ofrece cosas que dan miedo, que pone mi mundo del revés, que me hace pensar demasiado cuando no quiero hacerlo, que me hace querer correr a veces, que me hace enfrentarme a cosas que a veces no querría… y a pesar de eso no puedo alejarme de el de ninguna manera.

Alguien a quien querer de esta forma limpia y sencilla.

Alguien que te hace pensar en querer darlo todo.

Te quiero peque!