Los espejos...

Siempre han mostrado aquello que muchas veces nos empeñamos en ocultar...
Pero... ¿porque huirlos?

jueves, 21 de abril de 2011

Te odio a veces

A veces te odio tanto como te amo otras veces.
A veces te detesto al pensar que estas lagrimas son tuyas.
A veces no quiero verte cuando veo que no quieres verme.
A veces te odio.
A veces te odio cuando no cumples tu palabra, tu palabra que cada día que pasa tiene menos valor para mi. A veces me alegro de que no me hagas promesas, puesto que no podría confiar en ellas.
A veces me arrepiento de no hacer cosas de las que luego me arrepentiría de hacer.
A veces tengo las mismas ganas de gritarte de rabia, que de callarme y no decir ninguna palabra más.
A veces te odio, porque a veces tengo que llorar por tu culpa.

pd: tu me manques...

viernes, 15 de abril de 2011

Quiero olvidarte...

Lo siento.
Voy a romper aquella promesa que un día te hice. Aquella que te hice y aún respetaba. Por tu memoria, lo único que me queda de ti, lo único que no te estas llevando.
Voy a quebrar aquel juramento... y lo haré conscientemente.
Porque es la única manera que conozco de olvidar...

                                                      ... de forzarme a olvidar.

miércoles, 13 de abril de 2011

El destino no es suficiente... hace falta algo más.

-¿Quién eres? -preguntó él muy despacio.
Ella sonrió, sopló un viento frío.
-¿No lo sabes?
Lo sé, pensó, mientras miraba al frío celeste de sus ojos. Sí, resulta que lo sé.
Estaba sereno. No sabía estar de otro modo. Ya no.
-Siempre quise saber qué aspecto tenías, señora.
-No tienes que titularme así -dijo en voz baja-. Al fin y al cabo nos conocemos desde hace años.
-Nos conocemos -confirmó él-. Dicen que me sigues paso a paso.
-Te sigo. Pero tú nunca miraste detrás de ti. Hasta hoy. Hoy miraste hacia atrás por primera vez.
Él guardó silencio. No tenía nada que decir. Estaba cansado.
-¿Cómo... cómo va a ser? -preguntó por fin, fríamente y sin emociones.
-Te tomaré de la mano -dijo, mirándole a los ojos-. Te tomaré de la mano y te llevaré por una pradera. Entre la niebla, el frío y la humedad.
-¿Y después? ¿Qué hay después, detrás de la niebla?
-Nada -sonrió-. Después ya no hay nada más.
-Me seguías, paso a paso -dijo-. Pero atrapaste a otros, a aquellos que encontraba en mi camino. ¿Por qué? Se trataba de que me quedara solo, ¿verdad? ¿De que por fin comenzara a tener miedo? Te reconozco la verdad. Yo siempre te tuve miedo, siempre. No miraba detrás de mí porque tenía miedo. Porque estaba aterrado de verte ir tras de mí. Siempre tuve miedo; mi vida la he vivido aterrado. Te he tenido miedo... hasta hoy.
-¿Hasta hoy?
-Sí. Hasta hoy. Estamos de pie, cara a cara, y yo no siento aprensión alguna. Me has quitado todo. Me has quitado hasta el miedo.

viernes, 8 de abril de 2011

Cansada de las lagrimas

Estoy cansada de derramar lagrimas por vosotros, harta de que las cosas sean difíciles, harta de que no se cumplan las expectativas. Harta de resquemores y peleas absurdas.
Estoy literalmente cansada.
Y lo detesto, porque cuanto mas cansada estoy, más fácil es que la tristeza se abra paso en mi interior.
Estoy harta de tus malos modos y estoy harta de que te rindas tan fácilmente. Harta de tu desinterés y harta de tu auto-compasión. Y estoy harta de que me hagáis derramar lagrima tras lagrima.
Estoy harta de que los dos me forcéis a llevar una mascara.
Voy a dejar de cumplir expectativas, así que no esperes nada de mi. Y voy a dejar de luchar por guardar ese trocito de ti y de mi.
Así que, no os preocupéis, no tendréis que mirar más por mi, ya me cuidaré yo solita, gracias.

miércoles, 6 de abril de 2011

Beber para olvidar

Cuando era pequeña no entendía porque algunas personas bebían para olvidar, y me daban pena.


Pero es más triste aún, el momento en que entiendes porqué lo hacen.

martes, 5 de abril de 2011

la despedida no era solo mia...

Un agujero se ha instalado en mi pecho, un agujero que no me deja pensar, no me deja sentir nada mas que esta inmensa tristeza.
No se donde dirigir mis manos, mis pies.
He confundido la pasta de dientes, he olvidado la comida del gatito, y he sacado el rosal cuando estaba lloviendo... he echo la comida y he olvidado comer.
Entre estanterías, al notar una mirada sobre mi, he notado como una lagrima caía por mi cara
He olvidado como mirar a la gente.... y milagrosamente he recordado como escribir.
Solo siento que he perdido algo, algo que no podré recuperar. Y lo que más me duele es saber que yo misma lo pedí. 
He cruzado todos y cada unos de los semáforos de mi camino en rojo, la música hiriendo mis oídos, he pasado avenidas sin mirar, pero hasta el miedo se ha ido de mis venas.
Las lagrimas aparecen a cada instante, sin poder detenerlas.
Y es que finalmente llego esa despedida que tanto temíamos... pero jamas pensé que sentiría esto.
Pensar que ya no serás mas mio... que ya no seré más tuya.
Se ha quemado la ultima oportunidad.
Y no hay palabras para reflejar toda la tristeza que se va adueñando de mi.
Los recuerdos ahora son agujas que se clavan en mi piel, una foto en un escaparate se convierte en una tortura al pasar. París... es irónico, a nosotros ya nunca nos quedará París. 
No quiero salir a la calle, te reconozco en mil caras desconocidas, y en cada esquina aun espero verte cruzar la calle. Aún sabiendo que ya nunca pasará eso.
Y es que ahora me siento tan sola... siento que he perdido el mundo desconocido, para mi ahora solo existen estas calles conocidas. tantas puertas cerradas... He perdido la magia.